Ruta por la Selva Negra en furgoneta camper o autocaravana (Alemania)

La zona de la Selva Negra (Schwarzwald), es una de las regiones más turísticas de Alemania. La belleza de sus bosques y cascadas junto con sus característicos pueblos, hacen que merezca mucho la pena recorrerla de arriba a abajo.

Además, la Selva Negra está pegada a Francia, por lo que es un destino genial por el que continuar la ruta si vienes de recorrer la Alsacia en furgoneta camper o incluso si quieres acercarte después a conocer la no muy lejana región de Jura.

Te vamos a hablar de nuestros sitios favoritos de la Selva Negra, y de cómo recorrerlos en furgoneta camper o autocaravana.  En nuestro caso veníamos de estar en Estrasburgo, así que comenzamos la visita por arriba. Recuerda que como siempre, te dejamos un mapa al final del artículo con todos los puntos de la ruta.

CONSEJO: Te recomendamos contratar un seguro de viaje que te cubra ante posibles percances. Nosotros usamos Iati Seguros (Descuento del 5%) y Chapka (Descuento del 7%).

1. Baden-Baden

Ciudad balneario con más de 55.000 habitantes, Baden-Baden es uno de los lugares más famosos para visitar en la Selva Negra. Sería el mejor punto por el que empezar la ruta si vienes desde el norte.

Aclarar que nosotros nos la saltamos. Después de Estrasburgo, la idea de volver a meternos en una ciudad, no nos apetecía absolutamente nada. Aún así, nos parecía importante mencionarla para que sepas que existe, por si quieres acercarte, en caso de que las ciudades y tú, sí seáis amigos. Lo cierto es que tiene fama de ser muy bonita.

Si no tienes vehículo sobre ruedas, puedes alquilar una furgoneta camper o autocaravana, para dormir en ella y realizar esta ruta por la Selva Negra y otras zonas cercanas.

2. El Mummelsee (o lago de las sirenas)

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Nuestra primera parada en la Selva Negra fue en el Mummelsee: un precioso lago en torno al que giran un montón de leyendas sobre sirenas y otros seres mitológicos. Su nombre viene de una flor, el Mummeln o nenúfar blanco, aunque en la Edad Media ya se le conocía como Lago de los Milagros.

Es un lago de origen glaciar, de 18 metros de profundidad, que se puede rodear fácilmente caminando por unas plataformas de madera. El recorrido al completo tiene una longitud de 1 kilómetro aproximadamente, por lo que rodearlo es fácil y rápido. Lo rodeamos enterito para disfrutar de sus vistas desde diferentes lugares y para encontrar a la famosa estatua de la sirena del lago.

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Según la leyenda, en el fondo del lago habitan las sirenas a las que se podía oír cantar y bailar por las noches. Con ellas vive el rey del lago, en un palacio de cristal que se encuentra sumergido en el fondo. Se cuenta que antes la sirenas salían de forma habitual durante el día para ayudar a las mujeres en sus labores.

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El lago está muy orientado al turismo (quizá demasiado) y por eso te lo encontrarás repleto de carteles donde te cuentan leyendas de lo más variadas en torno a estos y otros seres de cuento. También por eso, en el inicio de la ruta encontrarás restaurantes, tiendas de regalos, comercios para el alquiler de barcas y alojamientos varios.

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Se puede aparcar gratuitamente a un lado de la carretera, en un espacio que hay para ello y donde caben tanto furgonetas como autocaravanas un poco más grandes. No es un lugar tranquilo para pasar el día o la noche, pero sí apto para estacionar y visitar el lugar.

Desde este lago, se accede al Parque Nacional de la Selva Negra, desde donde comenzar rutas de senderismo de diferentes dificultades.

3. Oppenau y las cascadas de todos los santos

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Tras atravesar y caminar por el Parque Nacional de la Selva Negra, llegamos a Oppenau: un tranquilo y bonito pueblo por el que dar un paseo. Es un punto ideal en el que hacer noche para visitar las imprescindibles cascadas de todos los santos (o Allerheiligen Wasserfalle) cuyo parking se encuentra a solo 8 kilómetros de distancia de Oppenau.

La zona se encuentra en pleno Parque Nacional. Como tenemos bastantes cosas que decir sobre este lugar, le hemos dedicado un artículo especial que puedes leer aquí: Oppenau y la ruta a las cascadas de todos los santos.

DESVÍO: Desde aquí te dejamos 2 posibles opciones de interés: visitar Freudenstadt (a 25 kilómetros de Opennau dirección este) o visitar Gegenbach (a 40 kilómetros de Opennau dirección oeste). Si vas justo de tiempo puedes elegir la que más te guste, hacer ambas o coger cualquier ruta alternativa que prefieras. Nosotros optamos por visitar Freudenstadt, aunque te hablaremos brevemente de las dos.

4. Freudenstadt

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La traducción al español de Freudenstadt, es algo así como "la ciudad de la felicidad". Solo por eso, ya nos apetecía conocerla. Nos sorprendió su enorme Plaza del Mercado. Está considerado el mercado más grande de Alemania y es una plaza distinta a las que habíamos visto en otros pueblos de la zona. Llena de fuentes, estatuas y vida.

En el centro, una moderna fuente rectangular a ras del suelo de la que salen 50 chorros, y donde los niños (y no tan niños), se refrescan en verano.

Para verla desde arriba, nos subimos a la alto de la torre que hay enfrente. Es una torre que protege la estatua de Venus, y que tiene pinta de estar ahí de forma temporal para los trabajos de conservación y restauración de la estatua. En Freudenstadt lo han hecho bien, y la torre de obras parece un elemento turístico más: se puede subir gratis para obtener unas vistas inmejorables de la plaza.

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En Alemania, encontrarás muchos tipos de iglesias diferentes: iglesias metodistas, iglesias reformistas, evangélicas...

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La iglesia de la ciudad de Freudenstadt, es evangélica. Se comenzó a construir en el año 1601 con estilo renacentista tardío y algún elemento gótico. Su interior quedó destruido años después durante un ataque a la ciudad, y por eso hoy el interior luce mucho más sencillo. Nos llamó bastante la atención por dentro, por ser tan diferente a las recargadas iglesias católicas a las que estamos acostumbrados en España.

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Nos llamó también la atención que junto a los asientos, había un montón de Biblias a disposición de los fieles para que puedan usarlas gratuitamente mientras están en el interior. 

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Otra cosa buena que tiene Freudenstadt, es que cuenta con un área gratuita de autocaravanas, que se encuentra a un paseo del casco histórico.

5. Gengenbach

Es el pueblo donde se rodó la película de "Charlie y la fábrica de chocolate". Gegenbach nos pareció en fotos muy bonito, pero también muy muy muy similar a otros pueblos de Alsacia que ya habíamos visitado.

Sí, porque por si no lo sabes, la Alsacia francesa y la Selva Negra alemana, comparten historia al haber estado unidas y separadas en diferentes épocas por distintas guerras. De ahí que sus casas y su cultura, se parezcan tanto entre sí. Nos lo contó Christophe, un profesor de historia francés súper agradable que conocimos en la zona junto a su mujer. Si nos estáis leyendo: ¡un saludo para ambos! :)

Lo cierto es que a nosotros nos apetecía algo diferente, y puesto que nos obligaba a desviarnos, lo descartamos de la ruta. Gegenbach es tan famoso, que no queríamos dejar de mencionarlo para que sepas que existe y decidas por ti mismo si acercarte o no.

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Además, para visitar Gegenbach en furgoneta camper o autocaravana, solo es posible estacionar en su área de autocaravanas de pago, y no nos gustan los sitios que nos prohíben aparcar en su término municipal por sistema. ¿Será bonito Gegenbach? ¡Seguro! ¿Imprescindible? Pocas cosas lo son.

6. Schiltach

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¡Un pueblo precioso! Que además, nos pillaba de camino. ¿Quizá el más bonito de la Selva Negra? Difícil decisión...

Schiltach es pequeño pero está muy cuidado. Lo encontrarás repleto de flores, casas de estilo alsaciano, calles empedradas, puentes, un río que lo atraviesa... Apetece parar en cada rincón para una foto.

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Ayudó a que nos gustara tanto que cuenta con un área de autocaravanas gratuito muy cercano al casco histórico, lo que hace que la visita sea súper cómoda. Allí además conocimos a una pareja de españoles muy majos con los que compartimos un ratito muy agradable junto al río (Sandra, Hugo, marido y perrete: ¡un saludo!).

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En el margen del río, encontrarás una estatua a Gaia (la madre tierra) que sujeta la bola del mundo y pretende representar la ecología y la importancia del cuidado del medio ambiente.

7. Lauterbach

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Casi cualquier pueblo de la Selva Negra en el que decidas parar, va a ofrecerte casas bonitas, iglesias curiosas, bosques y valles.

Algunos con más nombre y otros con menos. Si buscas salirte de las multitudes y encontrar la verdadera esencia de la zona, te animamos a conducir, parar en cualquier sitio que te llame y simplemente coger un sendero por el que caminar. Así fue como descubrimos este lugar que acabó convirtiéndose en nuestro claro favorito de la Selva Negra. Y estamos seguros de que como este, habrá mil sitios similares.

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El pueblo se llama Lauterbach, donde además de una iglesia bonita, encontramos una curiosa fuente que, investigando un poco, descubrimos que pertenece a las llamadas "Fuentes de los Tontos". Estas fuentes hacen referencia al Carnaval de la Selva Negra del que te hablaremos más abajo. Son muy comunes en la zona, así que seguro que te encontrarás más de una en tu visita.

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Si te alejas del centro de Lauterbach, llegas a Böschel (una especie de barrio a las afueras) donde encontramos un pequeño parking gratuito para autocaravanas con vistas a un valle. Sin servicios de llenado y vaciado de aguas, pero con buena cobertura para trabajar unos días, y con una tranquilidad brutal.

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Otra cosa que nos llamó muchísimo la atención fue encontrar aquí un sendero natural de yoga. Tanto si eres yogui como si no, merece la pena realizar el sendero, ya que te lleva por lugares bonitos que seguro que te encantará descubrir. Por el camino encontrarás diferentes carteles y plataformas donde te explican posturas y te invitan a la meditación. Que esté en alemán no ayuda a entenderlo, pero en fin... ¡estás en Alemania! Nada que un buen traductor online no pueda solucionar. Nosotros usamos el de Google Lens, que va de maravilla.

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El pueblo es pequeño, pero encantador. Da igual si tiras hacia la derecha o hacia la izquierda: la zona es idílica y cero masificada. Sus habitantes además, ¡saludan y sonríen! Algo peculiar y difícil de encontrar en ciertas zonas de Alemania...

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ANÉCDOTA: Por si quieres reírte un rato y por si aún no la has leído, te dejamos una anécdota que nos pasó en este lugar: Una fiesta alemana que no salió cómo esperábamos.

8. Triberg

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Triberg es un destino imprescindible en la Selva Negra, por la peculiaridad de contar con la tienda de relojes de cuco más grande de todo el mundo. En su interior, encontrarás más de 1.000 relojes, de todos los precios: desde 100€ hasta 19.900€. ¡Sí, has leído bien! Un reloj espectacular con un precio que hará que no quieras acercarte demasiado, no vaya a ser que lo rompas y te lo cobren...

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En Schönach, a solo 3 kilómetros de Triberg, te encontrarás con el reloj de cuco más grande del mundo. Tan grande, que parece una casa. ¡Muy curioso! Era de noche cuando pasamos por la carretera y no le hicimos foto con la idea de volver al día siguiente (cosa que no hicimos), pero de verdad que es una pasada. Intenta llegar de día y verlo. Desde fuera impresiona.

Triberg es también famoso por su cascada. Dicen que es preciosa, pero han hecho negocio con ella y para visitarla hay que pagar (7,50€ por persona). ¿Pagar por ver naturaleza? No, gracias. En la Selva Negra hay muchísimas cascadas gratuitas e igual de espectaculares, en entornos mucho más salvajes.

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También encontramos en Triberg, una fuente con estatuas que parecen de algún cuento. Este tipo de estatuas son súper comunes en los pueblos de la zona. Te las encontrarás por todos lados. Hacen referencia al carnaval pagano (conocido en la zona como Fasnet) que se celebra en la región de la Selva Negra, especialmente en los pueblos de Baden-Württemberg.

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Se trata de un carnaval distinto al que estamos acostumbrados en España, con un toque medieval y algo siniestro, ya que las máscaras dan un poco de mal rollo, la verdad. El personaje principal de los carnavales de la Selva Negra es el Narren (tonto, loco), que es una especie de bufón al que no nos gustaría encontrarnos por la noche.

Por último, otra cosa que hacer aquí es visitar el Museo de la Selva Negra (10€ la entrada de adulto):

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Para visitar Triberg, puedes aparcar tu furgoneta camper en el área para autocaravanas gratuita que hay junto al parking de autobuses. Es un lugar pequeño, ruidoso y feo, pero para estacionarse mientras se visita el lugar, hace el apaño. Nosotros no nos quedamos a dormir.

9. El Lago Titisee

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Llegamos a este lago con grandes expectativas y... nos decepcionó muchísimo. Un lago muy orientado al turismo donde encontramos muchos chiringuitos, ferias, ruido, gente a mogollón... Tampoco nos pareció que fuera especialmente bonito.

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Dimos una vuelta muy rápida, y huimos. Si te pilla de camino puedes parar por conocerlo. Bajo nuestro punto de vista, es totalmente prescindible, pero oye... quizá no le dedicamos el tiempo suficiente a conocerlo a fondo.

10. La Garganta o desfiladero de Wutach y la cascada Dietfurt

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La garganta de Wutach es la más grande de toda Alemania. Es un entorno ideal en el que perderse si te gusta la naturaleza. El recorrido de la ruta al completo es de unos 15 kilómetros y escasa dificultad.

Para visitarla, puedes aparcar en explanadas de tierra al lado de la carretera, en medio del bosque y donde hay espacio para furgonetas grandes y autocaravanas. No sabemos si está permitido, pero nosotros pernoctamos allí sin problema junto a otras campers, ya que no había cartel que lo prohibiera.

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Toda la zona en general es preciosa. Nosotros te recomendamos especialmente buscar la original cascada de Dietfurt, que incluso en plena sequía lucía así de bonita:

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No te faltarán por la zona ríos donde darte un chapuzón y senderos por los que caminar entre árboles y frondosa vegetación. Tan frondosa, que cerca de esta zona nos comimos un árbol dando marcha atrás. ¡Ouch! Por suerte, llevábamos la furgo asegurada y nos lo pudieron arreglar sin problema. Aquí te contamos nuestra experiencia con nuestro seguro para furgonetas camper.

RECOMENDACIÓN: Por si pasa algo... ¡Lleva tu furgo siempre asegurada! Nosotros la tenemos con CamperCover, que además del vehículo, nos cubre la camperización en sí misma. Si contratas a través del banner de abajo, ¡te llevas un 5% de descuento directo! ;)

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11. Friburgo de Brisgovia

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Para finalizar nuestra ruta por la Selva Negra, paramos en Friburgo de Brisgovia.

¡OJO AQUÍ! El centro de Friburgo de Brisgovia es zona de bajas emisiones y por eso el acceso a vehículos está regulado. Si tienes una furgo muy antigua, tendrás que aparcar a las afueras. Puedes comprobar las restricciones de acceso de esta y otras ciudades europeas con esta genial aplicación: Low Emision Zones. Nosotros no lo sabíamos y es posible que nos caiga una multa... Ten en cuenta que en Alemania, para poder circular por ciertas ciudades, necesitas la pegatina medioambiental que puedes adquirir en cualquier ITV alemana (TÜVs, se llaman) por unos 17€.

Friburgo nos pareció una ciudad preciosa... pero no le dedicamos el tiempo que merece. Nos agobiamos un poco porque habíamos aparcado en el centro sin pegatina medioambiental, y nos enteramos cuando ya estábamos en plena visita. Así que hicimos un paseo muy muy rápido por la ciudad, y marchamos.

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La dejamos quizá pendiente para el futuro, junto a Baden-Baden y el resto de lugares que no visitamos en esta ocasión.

12. Otros pueblos con encanto en la Selva Negra

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Como decíamos arriba, casi cualquier pueblo de la zona te va a parecer bonito, así que si tienes tiempo, investigar e improvisar siempre es un buen plan. Lo cierto es que nosotros pasamos en la zona menos tiempo del que quizá disponíamos, y nos arrepentimos un poco de ello. ¿Lo bueno? Que al dejar cosas pendientes, siempre queda una excusa para volver en el futuro.

Te dejamos también aquí un artículo con más información y CONSEJOS PRÁCTICOS: ¿Es fácil recorrer la Selva Negra en furgoneta camper o autocaravana?

13. Mapa de la ruta en furgoneta camper o autocaravana por la Selva Negra