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¿Planeando una ruta por la Selva Negra en furgoneta camper o autocaravana? Nosotros estuvimos algo más de 15 días. Tiempo suficiente para hacernos una idea de cómo es la zona para viajeros sobre ruedas. La Selva Negra es preciosa y fácil de visitar. Peeeero: tiene algunas dificultades de las que te queremos hablar en este artículo: consejos, datos prácticos, curiosidades... ¡Nos hubiera encantado saber todo esto antes de ir!
Las áreas de autocaravanas gratuitas en la Selva Negra, no son tan frecuentes como en Francia, pero sí suficientes para hacerte el apaño si te mueves un poco. Aunque en algunas se puede rellenar y vaciar depósitos de forma gratuita, la mayoría cobran el agua a un precio de entre 1 y 2€.
Puedes circular tranquilamente por la mayor parte de la Selva Negra sin etiqueta medioambiental. Sin embargo, hay 2 ciudades en las que la necesitarás: Friburgo de Brisgovia y Schramberg.
Te avisan con un cartel a la entrada que dice "Umwelt Zone: Frei". El problema es que en ocasiones cuando lo ves y quieres reaccionar, ya es tarde para dar la vuelta y... ¡boom! posible multa al canto.
Para evitarlo, después del susto que nos llevamos en Friburgo (donde es posible que nos hayan multado, aunque aún no nos ha llegado nada), decidimos comprarnos la etiqueta medioambiental para circular tranquilos.
Adquirirla fue súper fácil. Te la pueden vender en cualquier ITV alemana (TÜV se llaman allí). Con entregar la ficha técnica y pagar los 17,50€ que cuesta, es suficiente para que te la hagan al momento. La pegas en el parabrisas delantero y listo. Es válida en todo el país y no tiene caducidad, por lo que nos pareció una buena inversión para hacer, teniendo en cuenta que queremos volver por Alemania en algún momento no muy lejano.
Nos sorprendió que el combustible estaba bastante más barato que en Francia e incluso que en España. Sin embargo la comida... ¡por las nubes! Tampoco exageradamente, pero en muchos productos sí se notaba la diferencia. Nosotros buscamos supermercados Lidl para la compra, porque nos pareció el súper donde el precio variaba menos con respecto a España.
Ten en cuenta también que si compras agua embotellada, la mayoría de las veces la encontrarás con gas. Fíjate bien en la etiqueta si no eres fan del agua con gas, hasta dar con la que dice "ohne Kohlensäure" (sin gas).
Tirar la basura en Alemania, no es fácil, no... Si bien es cierto que encontramos más pueblos de los que esperábamos con contenedores públicos, en muuuuchos otros encontrarás que estos son privados y no se puede acceder a ellos así como así. Al final siempre hay alguna opción, pero se hace de rogar.
Para nosotros que como quizá ya sabes, usamos un WC seco en la furgoneta (cubo y bolsa), nos pareció un gran problema.
Por suerte, en prácticamente cualquier pueblo, encontramos baños públicos gratuitos, sorprendentemente limpios, de los que hicimos bastante uso en nuestra ruta por la Selva Negra. Utilizamos esta genial App para encontrarlos: App para encontrar baños públicos.
Otro punto curioso del sistema de basuras alemán es que el basurero no pasa todas las noches. No. La gente acumula las bolsas en sus casas y las saca a la calle cada 15 días para su recogida. Un día los plásticos, otro los cartones, y así... El día que visitamos Oppenau, se encontraba repleto de bolsas de basura en las calles, porque era día de recogida de plásticos. Nos llamó bastante la atención.
A su favor diremos que son unos cracks del reciclaje. En cualquier pueblo encontramos contenedores distintos para reciclar vidrio verde, vidrio blanco y vidrio marrón.
Para las botellas o envases de plástico, tienen un sistema curioso (y eficaz) basado en el impuesto al envase (Pfand lo llaman). Básicamente funciona así: si compras cualquier producto que lleve un envase como una botella de agua por ejemplo, te cargan en la cuenta un extra por ese envase. En las botellas de agua que costaban 25 céntimos, te cargaban 25 céntimos extra. ¿Cómo recuperarlo? Fácil. Cuando ya has acabado con la botella, puedes llevarla de vuelta al supermercado e introducirla en unas máquinas que detectan que es un envase, y te reembolsan los 25 céntimos del envase en forma de ticket para que gastes en tu próxima compra.
Así como en Francia encontramos muchísimas facilidades para hacer la colada, en la Selva Negra de Alemania nos pasó todo lo contrario. Apenas tienen lavanderías autoservicio y las pocas que encontramos, eran con lavadoras pequeñas tamaño casa. Es decir, que para nuestra ropa de 20 días... se nos quedaba corta.
Cualquier época es buena.
A primera vista pueden parecerte sosos pero... ¡no generalicemos! ¡Hay alemanes súper divertidos! (Elmar, ¡un saludo si nos lees!). Es cierto que a nosotros nos costó encontrarlos. Son gente amable, eso sí. Si necesitas cualquier cosa, te van a responder y a ayudar, pero eso de saludar así porque sí... les cuesta. Lo de sonreír a desconocidos, también.
Imaginamos que simplemente son más reservados. Seguro que con sus familias y amigos cambian totalmente, pero con nosotros... bueno. No tuvimos problemas con nadie, pero al igual como con los viajeros de otras nacionalidades, es más fácil interactuar y acabar tomando unas cervezas... con los alemanes nos costó especialmente que hubiera "feeling".
A su favor, decir que no estuvimos el suficiente tiempo en el país, y que la diferencia de idiomas tampoco ayuda...
Aprovechamos para contarte una anécdota viajera que nos pasó estando en Alemania, por si te quieres reír un rato (con nosotros o de nosotros).
¡Muchísimas cosas! Echa un vistazo a nuestra ruta en furgoneta camper por la Selva Negra, donde te hablamos de todos los sitios que vimos.
EXTRA: También puedes hacer un free tour por Friburgo de Brisgovia como este.
¡Esperamos como siempre que te guste!
Ah, y no te olvides de contratar un seguro que te cubra tanto el vehículo propiamente (terceros, luna, robo e incendios) más la propia camperización. Por ser lector nuestro, si contratas desde este enlace, te llevas un 5% de descuento en el seguro ;)
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