8 formas de AHORRAR en tu día a día viajando en furgoneta camper

Llegar a fin de mes hoy en día, es caro. Estamos de acuerdo. Sin embargo, tras más de 2 años viviendo de viaje en una furgoneta camper, podemos confirmar que aunque sobrevivir hoy en día sea caro, vivir viajando, no lo es. No, si se hace desde un punto de vista alternativo, teniendo en cuenta la diferencia entre ser viajero y ser turista.

Para ahorrar aún más y hacer que el viaje sea factible, aparte de cambiar totalmente la forma en la que viajamos como te contábamos en el artículo de arriba, también tomamos otras medidas que nos ayudan a ahorrar y hacer que los gastos del día a día no se coman todo nuestro presupuesto.

Aquí te dejamos... ¡8 formas de ahorrar mientras viajas! (o en casa).

1. Aprovecha los alimentos gratuitos que la naturaleza pone a tu disposición

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Por suerte, la naturaleza pone a nuestra disposición un montón de alimentos gratuitos que podemos aprovechar sin infringir ninguna norma. Son un montón los alimentos de temporada que puedes coger totalmente gratis del campo: almendras, moras, espárragos, cardillos, champiñones, tomillo, etc.

Son fáciles de encontrar en lugares no privados y te ayudarán a ahorrar un pico en la cesta de la compra. Por otro lado, la satisfacción que genera comerlos tras haberlos recogido tú mismo... no tiene precio ;) Y si viajas más por naturaleza que por ciudades, ¡te resultarán muy fáciles de encontrar!

2. Busca ofertas y descuentos

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Parece una tontería, pero lo primero que hacemos cuando llegamos a un país nuevo, es explorar sus supermercados para hacernos una idea de cuál es el más caro o el más barato en cada zona. Una vez localizadas las alternativas más económicas, nos bajamos las Apps de descuentos del lugar.

Nosotros por ejemplo solemos comprar mucho en el Lidl. Nos encanta su App porque te permite cambiar el país en el que te encuentras desde su configuración para poder aprovechar sus descuentos desde cualquier lugar de Europa. Así conseguimos ahorrarnos entre 2 y 3€ en cada compra.

También solemos comprar productos a punto de caducar (pero aún en buen estado) que suelen salir más económicos.

Y de vez en cuando también, buscamos packs para salvar en la App de "Too good to go" de la que te hablamos aquí: Cómo comer barato y salvar el planeta.

3. La cultura de reutilizar y compartir

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Es algo que cada vez hacemos más. Antes de tirar... le damos un segundo uso a las cosas. Hacemos trapos con ropa vieja o reutilizamos botes de cristal del café para guardar la pasta o el arroz sobrante.

Por ejemplo a mi se me rompieron unos vaqueros por la zona de las rodillas, y en lugar de tirarlos, los corte y los convertí en unos pantalones cortos que se han convertido en una de mis prendas favoritas para el verano. Los de la foto de arriba.

También recurrimos mucho a Apps de segunda mano como Wallapop (disponible en varios países de Europa) en la que yo me he comprado un bolso en perfecto estado por 5€ (cuando se me rompió el mío) o donde compramos parte de la decoración de nuestra furgoneta camper, como los azulejos de la cocina de los que estamos enamorados.

Algo que también puedes hacer para ahorrar, es usar aplicaciones para compartir coche y ahorrar gasolina mientras viajas.

¿Y POR QUÉ NO? Si tienes furgoneta camper o autocaravana que solo usas en fines de semana o vacaciones, puedes ponerla en alquiler cuando no la utilices para sacarle un beneficio considerable. Puedes hacerlo de forma fácil desde Yescapa. Nosotros no lo hemos probado porque nuestra camper es nuestro vehículo diario, pero si fuera un vehículo de uso vacacional, ¡no nos lo pensábamos!

4. Ser autosuficientes (en la medida de lo posible)

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Es algo que aplicamos en nuestro día a día: si podemos hacerlo nosotros, lo hacemos nosotros.

Por ejemplo tanto Alex como yo nos cortamos el pelo nosotros mismos y así nos ahorramos el extra en peluquerías. ¡Incluso yo me tiño desde la furgoneta! Porque sí, es posible hacerlo sin dramas.

También cuando se nos estropea algo de la furgoneta, como Alex es mecánico, lo repara él en vez de llevarlo a un taller.

Por supuesto hay servicios que necesitamos y que no podemos solucionar nosotros mismos, como cuando necesitamos ir al dentista o al fisioterapeuta, por ejemplo.

5. Lavar a mano (cuando se puede)

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Aunque normalmente usamos lavanderías autoservicio, porque nos resultan muy cómodas, es cierto que en verano también solemos lavar a mano. Lo hacemos sobre todo en días de calor, con prendas que secan rápido y cuando estamos en sitios con fuente de agua, opción de vaciado de grises y posibilidad de tender en el campo sin molestar a nadie.

Así, prenda a prenda, nos ahorramos una lavandería trimestral, y además ganamos en autosuficiencia y nos evitamos tener que conducir en busca de una lavadora (porque no siempre están cerca).

6. Planificar para optimizar el tiempo (y el dinero)

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Es algo que hemos empezado a hacer hace muy poquito tiempo y que nos está dando buenos resultados: planificar.

Planificamos mejor a la hora de ir a hacer la compra para ahorrar en gasoil. Si antes comprábamos para 2 o 3 días, obligándonos a conducir hasta un supermercado cada poco tiempo, ahora planificamos mejor y hacemos compras grandes para 10 días (lo máximo que nos cabe en la furgoneta) y así podemos apurar más y no perder tanto tiempo y dinero en tareas. Además, el día de compra aprovechamos para poner lavadoras y hacer otras tareas furgoneteras por la zona.

Ahorramos también en las comidas. Antes llevábamos una cacerola para cocinar pequeña y compacta tipo camping. Genial porque ocupa poco espacio... pero mala idea porque cabe poca cantidad. Esto nos obligaba a cocinar a diario con el consiguiente gasto de tiempo y gas.

Ahora, hemos comprado una olla un poquito más grande y cuando cocinamos, hacemos más cantidad para que sobre. La guardamos en túppers en la nevera para comer al día siguiente. Así además de ahorrar en gas, ganamos en tiempo libre. ¡Todo ventajas! 

7. Anotar y analizar cada gasto

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¡Súper importante! Si no sabes en qué se te va el dinero, ¿cómo vas a reducir el gasto? Parece una tontería, pero saber que a final de mes te has gastado X€ entre refrescos, helados, croissants o patatas fritas (por ejemplo) te ayuda a ponerle un límite y ahorrar.

No es que tengas que prescindir 100% de ellos, pero verlo con cifras por escrito, te ayuda a decidir si es un gasto necesario o prescindible.

Para ello usamos una aplicación gratuita que se llama "Control del gasto".

8. No te compares con otros

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Olvídate del qué dirán. ¡En serio! Querer aparentar algo que no somos ante los demás nos lleva a meternos en una espiral de gastos de la que puede ser difícil salir.

Hemos visto más de lo que nos gustaría gente que se empeña en llevar ropa de marca aunque no llegue a fin de mes. O en tener la tele más grande del mercado, o el coche que más viste o... un montón de cosas con el único objetivo de mostrarle a los demás lo exitosos que son. Pero a la hora de la verdad... ni llegan a fin de mes, ni todo este postureo les hace realmente felices.

¿Tu vecino se ha ido al Caribe de vacaciones? ¡Bien por él! Pero si tú no puedes, vete a cualquier playa de España que también las tenemos muy bonitas, y te gastarás la mitad.

Nosotros lo aplicamos también al mundo furgonetero. Aunque vemos mucha gente de nuestro entorno que se va a pasar el verano a Noruega y nos parece un destinazo... sabemos que Noruega no es para nuestro bolsillo. ¡Y no pasa nada! Así adaptamos nuestro plan de viaje y estamos pasando el verano en una zona fresquita de Europa, pero más adaptada a nuestra economía. ¿Y sabes? ¡Estamos encontrando sitios espectaculares y disfrutando muchísimo! Al final, ese es el objetivo, ¿no? :)

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¡Cuéntanos! ¿Algún otro truquillo que uses para ahorrar? ¡Te leemos!